HISTORIA DE LA CERVEZA

Todo se inicia, según los antropólogos, cuando el ser humano se hizo sedentario y comenzó a cultivar la tierra. Con los cereales, raíces y frutas obtenidas las mujeres cocinaban una bebida, que tras la fermentación se convertía en un líquido moderadamente alcohólico, consumido con deleite en ceremonias de significado religioso ó como simple relajación.
Para desencadenar el proceso de fermentación los pueblos primitivos recurrían a la masticación de los ingredientes, ya que la saliva hace digerible la fécula y ayuda a proporcionar fermento.
Para endulzar y aromatizar la bebida empleaban miel, bayas de enebro, semillas de zanahorias silvestres, ingredientes que siglos después, en la Edad Media serían suplidos por el lúpulo, planta aromática por excelencia de la cerveza tal y como la conocemos actualmente.

Los orígenes más antiguos de la cerveza se remontan seis mil años antes de la era actual, cuando los sumerios habitaban el sur de la antigua Mesopotamia, en el cruce de los ríos Tigris y Eufrates, cuna de la mas antigua civilización humana conocida.
A los sumerios se les atribuye también el invento de la escritura. Nos han legado escritos en los que cuentan de forma detallada el proceso de elaboración por manos femeninas de un tipo de cerveza que denominaban “sikaru”.
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La civilización sumeria se caracterizó por sus extensos cultivos de cereales dedicando un 40 por ciento de su producción a cebada, espelta, trigo y mijo para la elaboración cervecera.
Desde el principio existieron cervezas para todos los gustos. Los sumerios elaboraron cerca de 20 clases, que utilizaban para funciones diversas como pago a los trabajadores, medicinal para sanar enfermedades o religiosa para ofrenda los dioses.
Había nacido una leyenda, pues la elaboración de la cerveza tenía un componente mitológico. Al desconocerse el mecanismo de la fermentación el hombre esperaba pacientemente a que el agua y el cereal se mezclasen de forma correcta hasta obtener el líquido divino.
En Egipto, las sacerdotisas eran las encargadas de preparar la cerveza que llamaban “zythum”. El libro de los muertos de los egipcios, datado 5.000 años a.C., ya menciona una bebida elaborada a base de fermento de cebada.
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Numerosos escritos y dibujos del Antiguo Egipto detallan su fabricación y comercio. En una tablilla de madera que se conserva en el Museo arqueológico de El Cairo puede leerse.
“Dejad macerar e inflarse los granos de cebada durante un día, dejadlos reposar y maceradlos después de nuevo, depositándolos en un recipiente bajo agujereado. Dejad secar hasta que se formen capas y exponed luego la cebada al sol”.
Así fabricaban los egipcios la malta de cebada, base de su cerveza. Al igual que los sumerios solían mezclar la cebada con otras sustancias que le daban colores y olores diferentes como azafrán, jengibre, comino, miel dátiles; y la endulzaban con canela entre otras especias.
También se atribuye a los egipcios, concretamente a los adoradores de la diosa Athor, la elaboración de la primera cerveza sin alcohol. En el templo donde está su estatua calentaban a los pies de la diosa unos recipientes llenos de cerveza. El objetivo era que el alcohol se evaporara sobre la cabeza de la diosa para ponerla de buen humor, dispuesta a atender las peticiones de los fieles. El liquido que quedaba al haberse evaporado todo el alcohol se vendía para recaudar fondos destinados para la conservación del templo.
Parece ser que fueron los griegos quienes en sus viajes por el Mediterráneo introdujeron la cerveza en Europa. Galos y romanos perfeccionaron sus técnicas de elaboración y regularon su precio y comercio. Así se podía encontrar la “zythum” por dos denarios. La “cerevisia” gala y la “camum” celta costaban cuatro denarios.
Los romanos popularizaron el consumo de la cerveza por toda Europa, especialmente en los países del centro y norte del continente donde el cultivo de la cebada se adaptaba mejor a los climas fríos; al contrario que la uva, que se desarrolla más en los países mediterráneos. Durante el imperio romano, la cerveza era consumida en grandes cantidades en las fiestas familiares, en las ceremonias religiosas y en las celebraciones de victorias bélicas.
En aquellas épocas la cerveza se había expandido de forma generalizada, por ejemplo en la lejana China se la conocía como “li” y era elaborada con arroz.
Se conoce la historia que durante el siglo IX, cuando las plagas como la peste asolaban Europa , el benedictino San Arnold, introdujo su cruz dentro de un barril de cerveza Ale y dijo “beber cerveza en lugar de agua como antídoto contra la plaga”.Dicen que los belgas se enamoraron de la cerveza gracias a que funciono el consejo. La cerveza es una bebida saludable por el efecto depurativo que genera la levadura durante la fermentación.

Las condiciones climáticas y del suelo de Bohemia, en la República Checa , son ideales para el cultivo del lúpulo, el otro gran ingrediente de la cerveza tal y como lo conocemos en la actualidad. Existen documentos escritos que señalan que ya se cultivaba lúpulo en Bohemia en el año 859. Aunque fue a principios del siglo XI cuando aparecen las primeras referencias explícitas del uso del lúpulo en las abadías del centro de Europa por la monja benedictina Hildegarde (1098-1179), Abadesa de Rupertsberg en Bingen (Alemania).
En el siglo XIII, el rey Wenceslao I de Bohemia, con el fin de cuidar la calidad del lúpulo, estableció la pena de muerte para quien cortase esquejes de lúpulo que pudieran ser exportados y plantados en otro países.
Los monjes, personas muy estudiosas, respetadas y cercanas a los agricultores de la zona, eran poseedores de las antiguas recetas egipcias y conocían las cualidades nutricionales de la cerveza. Las consumían sobre todo en épocas como la cuaresma, en la que solían ingerir de 6 a 8 pintas diarias, para mantener las necesidades vitales del organismo durante el obligado ayuno.
En el siglo XIV, el Duque Jan Primus de Bélgica, soberano de las tierras de Brabante, Lovaina y Antwerp (bien conocido en Europa como Gambrinus “El Rey de la Cerveza”), se hizo famoso por dictar el primer decreto sobre esta bebida, en el que expresaba que la cerveza debía permanecer inalterada por su consumo.
En el siglo XV se formaron los gremios cerveceros que eligieron como patrón al fabuloso Rey Gambrinus, a quien se atribuyó la invención de la cerveza medieval.
Entre los siglos XIV a XVI, se construyeron las primeras grandes fábricas de cerveza, especialmente en Alemania. A finales del XV, Guillermo IV, Duque de Baviera, promulgó la primera Ley de Pureza de la Cerveza Alemana, que determinaba que debía elaborarse exclusivamente con agua, malta de cebada y lúpulo.
Munich que significa “el lugar del monje”, fue donde se desarrolló la cerveza Lager.
La guardaban en cuevas con hielo para conservarla durante los meses de verano. Ello provocó que se desarrollase una levadura de fermentación baja, que precisaba de largos tiempos de fermentación y bodega.
Otro cervecero alemán desarrolló en la ciudad checa de Pilsen una cerveza de fermentación baja, clara y muy amarga en contraposición a las oscuras y dulces de Munich. Al éxito de esta cerveza contribuyó la aparición del vidrio, que permitía Asumida por las clases altas, empezó a conocerse con el nombre de Pilsen, en honor a la ciudad de origen.
En América, los aztecas e incas utilizaban, mucho antes de la llegada de los españoles, una bebida de grano de maíz fermentado en sus rituales .A finales del siglo XVIII el desarrollo de la cerveza cobró un gran impulso gracias al uso de sistemas de bombeo con máquinas de vapor en los procesos de elaboración y el descubrimiento de cómo crear, mantener y controlar el frío; así como su aplicación en la fermentación y bodega de la cerveza.
En el último tercio del siglo XIX, Louis Pasteur, revolucionó con su microscopio el mundo cervecero al identificar la levadura Lager, que empleaban los alemanes. Demostró que la levadura era un ser vivo y que no se originaba de forma espontánea durante la fermentación de la cerveza como se pensaba hasta entonces.

Ese proceso es la Pasteurización que facilitó que la cerveza cruzase fronteras y el surgimiento de grandes compañías productoras.
El alemán Adolf Busch, desarrollo en Estados Unidos, en el siglo XIX, un tipo de cerveza lager clara, aromática y ligera que se impuso en América del Norte. De mayor contenido en arroz y trigo, en detrimento de la cebada, se embotelló por primera vez aplicando el proceso de pasteurización. Gracias a los avances tecnológicos, a la innovación y al desarrollo de los sistemas de comunicación, es posible encontrar en el globalizado siglo XXI una gran variedad de cervezas, con aromas y sabores diferentes que merecen ser probadas.
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